¿Recordáis aquella sensación de familiaridad y ternura al visitar la casa de tus abuelos? Esa es la idea de La Casita. Es más que un nuevo rollo vintage. Es entrar en un lugar cálido donde sientes que nada malo te puede pasar. El local es una vieja casa en el centro de la ciudad. Decorada como lo está la casa de tu abuela, la del pueblo. Llena de objetos difíciles de explicar a la muchachada de la ESO.
Yo he ido dos veces. La primera, un día de agosto entre semana para almorzar, fue imposible encontrar mesa. La segunda pedí pulga de tortilla y alioli y me llevé tarta de cacao y cerveza negra. Recomiendo las dos. Me hablan muy bien de la hamburguesa de calabacín.
En la segunda planta hay una terraza para tomar algo por la noche. La he visto, pero no probado. Excusa para volver.
La Casita Café
Jesús Nazareno, 14, 38003, Santa Cruz de Tenerife