Nuevamente magia. En todo su esplendor. Magia verde, húmeda, de luz que se filtra tímidamente por cualquier resquicio que encuentre, de aguas mansas que buscan nuevas rutas o caen a pequeñas cascadas o en gotas que suenan rítmicas en mitad del silencio.
El Bosque de los Tilos es un lugar para desconectar o reconectar, según se mire. Es de un belleza fulgurante.
Tiene su área recreativa, por lo que puedes pasar el día con familia o amigos, comer y descansar allí sin problemas. Llegar es fácil y cómodo.
Los paseos pueden ser más o menos intensos, según el sendero que escojas. Todos valdrán la pena.
Es simplemente poesía.